Y, cuando ya estábamos a punto de comenzar a diseñar el proyecto final… la COVID-19 lo cambió todo. La dificultad de hablar a través de una pantalla, la falta de materiales, de posibilidad de movimiento… Tuvimos que ensayar nuevas formas de encontrarnos, de trabajar juntas y compartir en esta ficción llamada «teletrabajo». Como muchos otros proyectos de «En residència», pasamos a reflexionar sobre lo que estaba pasando, conscientes de vivir un momento histórico, e intentando dirigir nuestra atención a los cambios que generaba, o podía generar en el futuro, en nuestra vida.
Y con los mínimos recursos que teníamos a nuestro alcance, empezamos a plasmar, bordado en servilletas de tela, lo que veíamos, repositorios de texto y de ADN, memoria escrita y corporal.
En este caso, nos dejamos guiar y sumamos a proyectos que nos precedieron como las arpilleras, «Bordando por la paz de México», las «Madres de la Plaza de Mayo» o el «Profanity Embroidery Group».



