Instalación en Espai 13

proyectos, contaminaciones y colaboraciones

Dibujo de un movimiento (domus I)

Cuerdas de algodón trenzadas entre sí, teñidas ligeramente de azul, verde y marrrón

Instalación específica para la exposición «MĀTER» en el National Archives of Malta, del 9 al 30 de marzo de 2024 (Rabat, Malta).
Madera y cuerdas de algodón teñidas
1,50 x 1,50 x 2 m
Fotografías: Elisa Von Brockdorff

Cuerdas de algodón enredadas sobre un suelo de piedra
Una estructura de madera con forma de casa o invernadero en un patio de piedra. Del vértice del tejado, salen cuerdas de algodón anudadas hacia los extremos, como las estructuras que sostienen las plantas de judía

“Māter”, madre en latín. También se relaciona etimológicamente con patria, jaque mate, suprimir o sofocar (una insurrección), comerse con los ojos (a una persona atractiva), apareamiento o cruce (mating), con una parte del cerebro, con matar, o con tomate, según el idioma

Este proyecto es el primero de varios que prestan atención a la reproducción de formas de vida a través de procesos de domesticación, es decir, a través de la recreación de espacios de cuidado como parte de la casa en un ciclo continuo de cruces y retroalimentaciones. Humanos y no humanos nos enredamos en procesos de generación de mundos posibles de forma conjunta alrededor de los espacios “domésticos”.

Los elementos de este primer proyecto son el invernadero y las especies vegetales cultivadas Phaseolus vulgaris (haba, habichuela, mongeta seca, frijol o poroto) y Gossypium spp (algodón, usado como guía de la planta).

El invernadero, aquí representado por su estructura, refiere a la domus, el espacio domesticador en el que interaccionan humanos y especies vegetales. El invernadero funciona como elemento base de un sistema reproductivo artificial humano/vegetal, una ectogénesis tecnológicamente adecuada, entre formas de vida diversas. Esta estructura crea un espacio artificial de fertilidad y cuidados y permite simbiosis entre seres que no podrían coexistir de otra manera: acelerando ciclos de reproducción inviables en algunos climas, o permitiendo la vida de plantas exóticas en entornos de condiciones adversas. Es uno de los elementos más sencillos y al mismo tiempo eficientes de los procesos de domesticación conjunta: un espacio donde las plantas especializadas en atraer humanos han conseguido que estos diseñen un entorno perfectamente adaptado a sus necesidades.

El segundo agente de esta instalación son las habas, originarias de Abya Yala e introducidas en la península a partir del siglo XVI. He elegido esta especie, en primer lugar, por su gran capacidad nutritiva y de fertilización del suelo, que la ha convertido en un cultivo muy exitoso (biológicamente hablando). En segundo lugar, por su gran variabilidad, posibilitada por sus cruces continuos, de forma que el grupo humano con el que conviven selecciona cada temporada la semilla del próximo cultivo entre las que mantienen unas características determinadas. 

Hilos de algodón en el proceso de teñido con alubias verdes

Este proceso de selección no es lineal, ni ocurre una sola vez. Hay una redefinición continua, un efecto de la fluidez, provocado por los cruces entre plantas de un mismo huerto y de huertos vecinos (la polinización llega a 1 km de distancia), por los gustos cambiantes del grupo humano que la selecciona o por el desplazamiento de alguno de sus miembros (y con ellos una variedad) a otro grupo. Por último, influyen las condiciones climáticas (cada vez más impredecibles), que limitan el desarrollo de algunas variedades, promoviendo otras. 

Cuerdas de algodón paralelas para permitir la subida de las plantas de haba

En las variedades de mata alta se construye habitualmente una estructura de soporte, en sustitución del maíz que tradicionalmente les servía de guía. Es aquí donde aparece otro de los elementos de la instalación, el algodón. Con el algodón, como con las habas, nos volvemos a encontrar una compleja historia de domesticación, con orígenes múltiples, ligado a la expansión y el dominio colonial, objeto de investigación genética, acusaciones de consumo de recursos, etc.

Se crea así una amalgama de historias compartidas donde la domesticación no es un proceso guiado únicamente por una decisión humana consciente, sino un hacer-producir juntos de seres contaminados por su contacto. Se entremezclan aquí la capacidad nutritiva de las legumbres que promueve su cultivo, su difusión a través de la historia colonial, la movilidad global que da como resultado la difusión indiscriminada de especies, las bacterias y hongos que habitan las raíces de las plantas, las estructuras que facilitan su floración y cosecha… Toda una serie de especies compañeras reunidas alrededor de la domus como espacio domesticador.

Figura triangular de las cuerdas de algodón ligadas a la estructura
Dos personas observan la estructura en el patio durante la inauguración
Hilos de algodón ligeramente teñidos de marrón, azul y verde, anudados entre ellos con nudos de macramé

“MĀTER” es una exposición comisariada por Alexia MediciPilar Cruz y Margerita Pulè. Artistas:  Kristina BorgCharlotte Nordgren SewellAgustín Ortiz HerreraIrene Pérez Gil, Vanesa Varela y Raphael Vella.

Con el apoyo del Arts Council Malta’s Arts Support Scheme, la Malta Tourism Authority, el Institut Ramon Llull y la Embajada de España en Malta. Agradecimientos especiales a National Archives, Rabat y el Arxiu Històric de la Diputació de Barcelona.

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